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Relojes Tag Heuer 1era parte


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Historia de Tag Heuer

1860 – 1867

Bases solidas

Unos pilares sólidos

La compañia fundada por Edouard Heuer en 1860 reposaba sobre dos pilares; el liderazgo familiar y la innovacion tecnica, dichos pilares resultarian muy utiles a la empresa; tanto en sus primeros años como en las decadas que seguirian despues.

1860

El Primer Heuer

A la edad de 20 años, Edourd Heuer abrio su primera tienda de fabricacion relojera en Saint-Imier, donde fabrico relojes de bolsillo que en su mayoria estaban hechos de plata. En 1864, trasladó su empresa a Brugg, donde siguió trabajando bajo el nombre de Edouard Heuer & Compagnie. El tercer traslado tuvo lugar en 1867, cuando Edouard Heuer cambió la sede de su empresa de Brugg a Bienne, situada en el cantón de Bern. La compañía se quedaría en Bienne durante más de 100 años.

1869

La Primera Patente

En 1869, Edouard Heuer cambió el rumbo de la relojería con su primera patente: un sistema de cuerda sin llave accionado por una corona. Dicha corona venía a sustituir la llave independiente necesaria para dar cuerda a un reloj, una innovación que disfrutó de una gran popularidad. Edouard Heuer & Cie. continuó innovando en el campo del diseño, la ingeniería y la manufactura impulsada por su instinto emprendedor y su atrevida visión de futuro.

1882

Los cronografos de bolsillo cobran protagonismo

En la década de 1880, las competiciones deportivas se iban extendiendo con rapidez. Edouard Heuer observó que, en este tipo de eventos, los cronógrafos de bolsillo de gran precisión tenían una importancia crucial. La empresa empezó a producir grandes cantidades de cronógrafos de bolsillo, que se utilizaron para cronometrar competiciones en carreteras, pistas de atletismo de ceniza y agua. El cronógrafo, quizás presentado en una caja de plata, se convirtió en un símbolo de estatus social para los aficionados a la hípica y las carreras de galgos, y también para otros deportistas.

1887

El cronografo perfeccionado

En 1887, Heuer consiguió la patente por el «piñón oscilante», un componente que permitía al cronógrafo ponerse en marcha y detenerse al instante accionando un pulsador. Al simplificar la construcción del movimiento, el piñón oscilante convirtió el ensamblado y mantenimiento de los cronógrafos en procesos mucho más fáciles. Con esta innovación, Edouard Heuer consiguió perfeccionar el cronógrafo. Es más, el piñón oscilante continúa estando en uso hoy en día.

1887 – 1933

Precision en la escena mundial

Con el cambio de siglo, las innovaciones en la producción industrial, el transporte, la ciencia y la medicina exigieron una medición del tiempo más precisa. En el ámbito del atletismo, la necesidad de contar con equipos que midieran el tiempo de manera fiable y precisa se convirtió en una cuestión de crucial importancia, ya que la diferencia entre contrincantes y entre récords mundiales residía en solo unas centésimas de segundo.

1908

La medicion del tiempo para medicos

Los cronógrafos son esenciales para medir los tiempos en eventos deportivos y transportes. Sin embargo, una visita de Charles-Auguste Heuer a su médico también propició una innovación en la medición del tiempo en el ámbito médico. La colorida escala del cronógrafo de bolsillo del nuevo Sphygmometer de Heuer, patentada en 1908, permitía a los médicos determinar el ritmo de las pulsaciones del paciente tras contar los latidos del corazón durante solo 20 segundos.

1911

Time of trip

A medida que el desplazamiento con automóvil y por aire se iba arraigando, Heuer diseñó un sólido instrumento que se instalaba en los paneles de control de la nueva generación de vehículos. El «Time of Trip» era un cronógrafo de precisión que indicaba la hora del día en la esfera principal y registraba la duración de un viaje mediante dos agujas en una esfera más pequeña. El conductor o piloto utilizaba un pulsador para poner en marcha o detener el registro del «tiempo de viaje» y medir, por ejemplo, el tiempo de un desplazamiento.

1914

Los primeros cronografos de pulsera

Cuando los relojes de pulsera empezaron a sustituir a los relojes de bolsillo, Heuer decidió desplazar el cronógrafo de precisión del bolsillo a la muñeca. En 1914, el catálogo de Heuer describía el cronógrafo de pulsera como un objeto «único en el mercado».

1916

Mikrograph y Mikrosplit

Disciplinas tan variadas como los deportes, la producción industrial y los cálculos de la artillería necesitaban cronómetros cada vez más precisos. Tras convertirse en el nuevo director de la empresa, Charles-Auguste Heuer, hijo de Edouard Heuer, decidió llevar a cabo un proyecto en que la indicación de una 5.ª de segundo se sustituía por una 50.ª y una 100.ª de segundo, lo que se tradujo en la aparición del Mikrograph y el Semikrograph, respectivamente. Pronto aparecieron nuevas versiones que indicaban fracciones de segundo, para mostrar así la diferencia de tiempos entre dos contrincantes.

1920

Cronometrador mundial

La precisión y fiabilidad de los cronómetros Heuer los llevó a ser los relojes preferidos en los eventos deportivos de más relevancia de todo el mundo. Heuer se convirtió en el proveedor de cronógrafos para los Juegos Olímpicos y también para los campeonatos de eventos alpinos.

Dichos eventos fueron los precursores de los numerosos encuentros que siguieron después, en que TAG Heuer cronometró eventos automovilísticos, atléticos y de vela, entre los que se incluyen la Indianápolis 500 y las carreras de Fórmula Uno.

1933-1958

Un catalogo mas amplio y con funciones vanguardistas

Heuer entró en este periodo con un catálogo de cronómetros y cronógrafos de bolsillo en que los cronógrafos de pulsera solo constituían una limitada selección.  En las décadas siguientes, Heuer amplió de manera considerable su gama de cronógrafos de pulsera ganándose así el liderazgo mundial de la producción de dichos instrumentos.

1933

El Autavia en el panel de control

En 1933, Heuer introdujo el «Autavia», un nombre que continuaría figurando en el catálogo de la marca en las décadas siguientes. El cronómetro Autavia de 12-horas era un temporizador situado en el panel de control que permitía satisfacer las necesidades más exigentes de la AUTomoción y la AVIAción. El Autavia se podía utilizar como temporizador independiente o colocarlo en una placa junto con el reloj Hervue de 8-días. Los pilotos de avión y de carreras automovilísticas, al igual que otros deportistas, eligieron los instrumentos que mejor se adaptaban a sus preferencias.

1935

El Flieger

El cronógrafo Flieger (pilotos, en alemán) de Heuer fue originalmente un cronógrafo con dos registros en una caja chapada en cromo. El bisel giratorio del Flieger incluía un destacado marcador triangular, que se utilizaba para marcar un tiempo (por ejemplo, el tiempo sobre el objetivo) Los primeros modelos tenían un único pulsador para la secuencia inicio-parada-reinicio. La versión posterior incorporó un segundo pulsador, para que el piloto pudiera detener y volver a iniciar el temporizador sin tener que reiniciarlo desde cero.

1940

Heuer en todas las esferas

Históricamente, Heuer produjo muchos relojes y cronógrafos que o bien no llevaban el nombre de la marca en la esfera, o bien, en algunos casos, mostraban solo el nombre del distribuidor.  

A partir de 1940, Heuer inscribió su nombre en todas las esferas y marcó todos los movimientos con la mención «Ed. Heuer».  

La marca Heuer dio una fuerte ventaja a la venta de la gama de cronógrafos de la empresa.

1942

Es el momento de los tres registros

Heuer pasó de producir cronógrafos de dos registros a manufacturar cronógrafos de tres registros en los primeros años de la década de 1940. El tercer registro permitía la medición de tiempos de hasta 12 horas. Las versiones mejoradas de los movimientos de 12 horas se utilizaron para elaborar los cronógrafos de triple calendario (que indicaban el día, la fecha y el mes) y también cronógrafos que indicaban las fases lunares.

1949

Mas alla del cronografo

A finales de 1940, Heuer quiso ir más allá del tradicional cronógrafo y ofrecer relojes innovadores para deportistas, viajeros y aficionados a los deportes y a la relojería. Estos modelos eran capaces de indicar las mareas o las fases de la luna, medir la velocidad sobre una distancia determinada o incluso mostrar un segundo huso horario.

El Solunar

Un nuevo reloj de vistosos colores vio la luz: se le llamó «Solunar». Los cazadores, pescadores y marineros pueden extraer una valiosa información de las fases de la luna y las horas de las mareas altas y bajas. Jack Heuer trabajó con un profesor a fin de llevar a cabo los cálculos necesarios para poder indicar tanto el tiempo «lunar» como el tiempo «solar».

1950

El Mareographe

Heuer pronto añadió el disco giratorio de las mareas del Solunar a un modelo cronógrafo estándar de tres registros. El resultado fue el Mareographe. Gracias a este modelo, los deportistas podían saber cuando tenían lugar las mareas altas y bajas o las fases de la luna consultando este cronógrafo con registro de 12 horas. El Mareographe se albergó en varias de las cajas estancas más sólidas de Heuer y su producción se prolongó hasta bien entrados los años 1970. Existieron otras versiones del Mareographe: Heuer realizó una para Abercombie & Fitch (llamada «Seafarer») y otra para Orvis (el «Solunagraph»).

1955

Otros modelos especiales

Además de los modelos Solunar y Seafarer, Heuer produjo una amplia variedad de innovadores relojes y cronógrafos para deportistas, viajeros y aficionados a los deportes y la relojería. Como consecuencia, se crearon el Twin-Time, que permitía al viajero conocer la hora en un segundo huso horario, y el cronógrafo Auto-Graph, que ayudaba al piloto de carreras a determinar su velocidad al recorrer una distancia determinada.

1957

El Ring-master

En 1957, Heuer presentó un tipo de cronómetro completamente nuevo en el que se podían insertar anillos intercambiables de vivos colores para medir los tiempos de distintos eventos. Cada anillo era de un color distinto e incorporaba una escala diferente. Por ejemplo, una escala naranja estaba marcada para cronometrar los asaltos y los descansos en un combate de boxeo, un anillo amarillo llevaba una escala de cuenta atrás para los partidos cronometrados y las regatas, y una escala verde mostraba los minutos decimales para el cronometraje de ralis.

1958-1969

La edad de oro

1958 marcó los comienzos de una nueva era para Heuer. Jack Heuer se convirtió en la cuarta generación que dirigía la empresa familiar.  

Esta década vio como nuevos modelos de cronógrafo, diseños innovadores para cronómetros legendarios y temporizadores de salpicadero se imponían en el universo de los ralis.

1958

La cuarta generacion de Heuer

Jack Heuer se convirtió oficialmente en el cuarto director de la Ed. Heuer & Co. S. A., el negocio familiar. La empresa interrumpió la venta de los relojes de pulsera convencionales y se concentró en los cronógrafos de pulsera, los cronómetros y los instrumentos de medición de salpicaderos para carreras y ralis. Jack Heuer introdujo su empresa en el universo del motor en todas sus formas, desde las carreras de pilotos amateur hasta la escudería Ferrari de Formula 1.

Nuevos diseños para salpicadero

En 1958, Heuer actualizó el diseño de sus temporizadores de salpicadero para mejorar la legibilidad, lo que le llevó a presentar innovadores modelos. Por un lado, la pareja Rally Master (el reloj Master Time y el cronómetro Monte Carlo) dominaría el mundo de los ralis. Por otro lado, el Super Autavia fue el primer cronógrafo de Heuer que se colocaba en el salpicadero o el timón del piloto. Finalmente, el Sebring ofrecía una medición de fracciones de segundo.

1960

Innovaciones en los cronómetros

Los cronómetros constituían la piedra angular del negocio de Heuer, por lo que la empresa repensó su selección a medida que se iba acercando a su siglo de vida. Así vio la luz el Game Master, un cronómetro de pulsera con correa, ideal para los árbitros. En 1960, Heuer celebró sus 100 años actualizando su línea de cronógrafos. La gama Century, que incorporaba un registro de minutos central y adoptaba los colores negro y rojo para ofrecer una mejor legibilidad, presentaba una variedad completa de cronómetros para la medición de tiempos en el atletismo, los deportes de motor y el ámbito industrial.

1962

El primer reloj Suizo en el espacio

El 20 de febrero de 1962, el astronauta John Glenn se convirtió en el primer americano que daba la vuelta a la órbita de la Tierra y en el primer hombre que llevaba un reloj suizo al espacio. La pieza en cuestión era un cronómetro Heuer ceñido a su muñeca con una correa, que indicó un tiempo de vuelo de 4 horas y 56 minutos. En julio de 1969, otro cronómetro Heuer mediría el descenso del Eagle a la superficie lunar. Ambos cronómetros Heuer se exhiben actualmente en el Museo Smithsoniano.

Nombre para los cronografos

Hasta 1962, Heuer había identificado la mayoría de sus cronógrafos únicamente utilizando números de referencia, pero ese año la empresa empezó a usar nombres distintivos para sus modelos.  

Así, el Autavia era la herramienta dedicada a los automóviles o la aviación. El Heuer Carrera llegaría en 1963, un modelo que reunía la fuerza de un bonito nombre, el romanticismo de las competiciones de carreras y la pureza del diseño.  

El año 1968 vio nacer al Camaro, cuya caja en forma de cojín rendía homenaje al coche deportivo por excelencia de esa época, y al Skipper, un colorido reloj de regatas.

La herramienta perfecta para la aventura

El cronógrafo Autavia era el primer cronógrafo de Heuer que llevaba el nombre de una colección. El Autavia, cuyo nombre procedía de los temporizadores de salpicadero de los años 1930, incorporaba funciones para los AUTomóviles y la AVIAción. Las cajas de este modelo estaban equipadas con un bisel giratorio que cronometraba minutos u horas, indicaba la velocidad en una escala taquimétrica o mostraba la hora en un segundo huso horario para los viajeros. Durante las dos décadas siguientes, Heuer declinó el Autavia en más de 80 versiones.

1963

El romanticismo de las carreras

En 1963, Heuer presentó el Heuer Carrera, un cronógrafo que supo capturar todo el romanticismo y el peligro que rodeaba al automovilismo. Para nombrarlo, Jack Heuer se inspiró en la Carrera Panamericana, un evento cuya ruta atravesaba México de una frontera a otra y que se celebró entre 1950 y 1954. Las atrevidas asas angulares del Heuer Carrera conferían al modelo una gran fuerza, mientras que sus esferas podían mostrar escalas de taquímetro, minutos decimales o pulsómetro. Entre los Heuer Carrera, relojes ideales como instrumento de medición o accesorio de moda, se incluían modelos de triple calendario y cajas de acero u oro.

1964

Heuer adquiere Leonidas

En 1964, Heuer adquirió Leonidas, líder en la fabricación de cronómetros y cronógrafos. La adquisición de Leonidas expandió en gran medida las líneas de cronómetros de Heuer. 

1968

La forma de los años 1960

En 1968, Heuer presentó el Camaro con una caja en forma de cojín completamente nueva, el primer movimiento de la marca en alejarse de las tradicionales cajas redondas. El Camaro fue un modelo especialmente popular entre los corredores de carreras, ya que la mayoría de los modelos contaban con una escala taquimétrica en la esfera. La producción se prolongó hasta principios de los años 1970. En total se presentaron casi 50 modelos del Camaro, todos equipados con movimientos de cuerda manual. La forma de cojín se considera como el precursor del Monaco cuadrado.

El Skipper para las competenciones de regatas

Heuer proporcionó los equipos de cronometraje utilizados por la nave Intrepid en la lucha por la Copa América en Newport, Rhode Island. Para celebrar la victoria, en 1968 Heuer creó un nuevo cronógrafo cuyos colores eran los mismos que los del Intrepid. La esfera hacía gala de intensos tonos azules, naranjas y verdes a la vez que mostraba un registro de cuenta atrás de 15 minutos. En los 15 años siguientes se presentarían ocho modelos del Skipper.

1969

Intrusión acelerada en el mundo del motor

Gracias al patrocinio que aportó Heuer al héroe suizo de la Fórmula 1 Jo Siffert, la marca se convirtió en el primer logotipo ajeno al mundo del automovilismo que aparecía en un coche de Fórmula 1. El compromiso con la Fórmula 1 ganó mayor resonancia dos años después, cuando Heuer se convirtió en patrocinador del equipo Ferrari de Fórmula 1 y los pilotos de la escudería Mario Andretti, Jacky Ickx, Niki Lauda, Clay Regazzoni y Gilles Villeneuve empezaron a lucir cronógrafos Heuer. Jack Heuer obsequió a cada uno de estos pilotos con un Heuer Carrera de oro de 18 quilates.

Continuara ……

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